NADIE MERECE

Nadie merece!

Pero nadie merece a lo que?

Las acumulaciones de las aguas de las lluvias por las calles de la ciudad de San Pablo de Piratininga.

A quien se deba imputar a la culpa?

A el gobierno del estado?

A la prefectura que no trata de los residuos como, posiblemente, debería tratar?

Puede ser!

Dije un de los antiguos filósofos del siglo dieciocho que la populación tenía infinitivas mutaciones de comportamiento cuando en el solo se instalase a los canales y en las calles se colocasen a las crucetas bajo de la óptica del desarrollo.

Visionario?

Tal vez!

La verdad es que, a partir del inicio del siglo veinte, muchas invenciones por parte de los hombres que trabajan con la actividad de engeñaría surgirán bajo de la propalada modernidad.

Dentro de la visión de aquel filósofo, con el aparecimiento de las técnicas para ser producida la energía eléctrica, de la invención de la lámpara por intermedio de Thomas Alva Edison, los antiguos aparatos para iluminación de las casas y de las calles fueran modernizados.

Las industrias de componentes electrónicos patentarán a los conductores en cobre encapados con tejido especial y, más tarde con un producto derivado del petróleo, los plásticos, y pasaran a producir también cabos para las más diversas aplicaciones.

Partiéndose de esa realidad, surgieran las compañías dispuestas a poner en práctica la actividad de la exploración de esa novedad que, sin sombra de duda, es la maravilla del siglo veinte.

El problema!

Para instalación de los conductores que llevarían a la corriente eléctrica hasta las casas y las industrias en general, hubo por bien a la instalación de postes, primero en madera y después, bien después, llegarán a los postes en arena, hierro y cemento, cuya instalación ideal sería a la instalación bajo de la tierra.

Por qué?

Porque ciertamente las parafernalias de cabos e soportes para los cabos, con el desarrollo de la técnica de fabrico de automóviles y similares, alejo de las arboles, culminarían por determinar interrupciones de energía en virtud de accidentes.

No obstante, la canalización desenfrenada de ríos y de riachos en la ciudad de San Pablo de Piratininga viene, en siglo veinte y uno, trayendo muchos problemas para el pueblo en general y para la administración de la ciudad, que tiene prójimo de trescientos ríos y riachos canalizados, corriendo bajo de calles y avenidas que ni mismo se puede imaginar.

Además, es sabido que las aguas pluviales necesitan de áreas donde puedan infiltrarse, pero se procederse a una medición profundada sobre la cuestión, veremos que en los predios de apartamentos, en los terrenos con construcciones bajas, en las calles, avenidas y plazas cubiertas por la borra del petróleo, no presenta área donde el agua pueda infiltrarse.

El hombre natural jamás podrá dominar a la naturaleza y en consecuencia de eso, la fuerza de las aguas pluviales, todos los años tiene traído las destruiciones y las muertes para las personas afectadas pela naturaleza enfurecida.

En un país como el Brasil, donde los hombres públicos demuestran no estar preocupados con las consecuencias de la criminalidad, con las cuestiones sociales como los constantes catástrofes provocada por las aguas que caen del cielo en forma de las lluvias y, así, lo que se mira?

Los cataclismos provocados por fuerza de los temporales, donde los ríos y riachos canalizados y los terrenos cementados, no ofrecen a las aguas opción que no sea la invasión de los inmóviles, destruyendo a los bienes de las personas adquiridos muchas veces con el mayor sacrificio para el conforto de las familias.

Por otro lado, la populación es neófita y energúmena en la medida en que no demuestra cuidado con su propia vida, pues, todos los días, descartan a garrafas plásticas, fragmentos de madera, todos los apetrechos inservibles como sofás, heladeras, fogones y todo más en un espacio donde debía, simplemente, correr las aguas de las lluvias.

El gobierno podría resolver a la cuestión?

Claro que sí!

Cobrar multa por la mala utilización de los ríos y riachos, no surtiría efectos una vez que a los individuos más abastados pagarían a las multas y continuarían haciendo las contradicciones a la buena vida.

Prisión…

Prisión sería las providencias ideales, pero hay que considerarse las precarias condiciones en se hagan los presidios, las unidades de policías donde se inician a los procesos criminales, la falta de dinero para cumplir, inclusive, a las determinaciones constitucionales y arriba de todo, los desvíos de moneda hecha por los ratones oficiales que producen al caos y al trastorno nuestro de cada día.

Entonces, asistiendo a uno de los programas de televisión en uno de los canales oficiales en Brasil, tuvo la oportunidad de oír cuando el profesional del área afecta a los periódicos hizo una colocación inusitada al decir:

- Abram-se a las aspas – Nadie merece! – cierre a las aspas.

Bien, se tratando del Brasil es claro que el profesional no habló en lengua española, pero en vernáculo portugués para decir:

- Abram-se a las aspas – Ninguém merece! Ahora en portugués – cierre a las aspas.

En la hora, oído lo disparate, no tuvo alternativo que no se fuera contesta a él, aunque en silencio, porque nadie merece no, todos nosotros merecemos porque, se san legisladores no se esmeran en suyos trabajos, se san abogados, aún que las leyes, brandas por naturaleza, advocan por las aboliciones de las penas a estos neófitos y energúmenos que destruyen a lo medio ambiente.

Preguntaran a mi persona.

Lo que se deba hacer en eses casos se las leyes san brandas, los presidios están con la capacidad excedida, la constitución no es cumplida y los gobiernos no disponen de recursos para presentarse con puniciones más severas que puedan cohibir a la ausencia de cuidados con lo medio ambiente?

Soy por acaso gobierno?

Se fuera dejaría al lado a la inercia funcional y pensaría en una solución plausible para no más oír – nadie merece!

Comenzaría por elaborar, votar, aprobar y sancionar una ley donde se obligaría a todos los propietarios de inmóviles dejar veinte puntos porcentuales de tierra, removiendo a los cementados, para que las aguas pluviales pudiesen infiltrarse y, así, elimina a los problemas causados por la ausencia de infiltración del volumen de aguas pluviales.

Fiscalización activa y aquellos que no cumpliesen con las determinaciones legales, serian penalizados severamente, pues en un país formado por la escoria de la populación portuguesa a partir del siglo dieciséis hasta, por lo menos, el siglo dieciocho, solamente la tapa es capaz de resolver.

Ni mismo sé por qué dijo eso?

Para ilustrar, una respuesta que oí a más o menos doce años del pretérito, dicha por un de eses ciudadanos neófitos y energúmenos – ah, señor de aquí a cincuenta años no estaré acá!

En contra argumento, contesté: Yo también no estaré, pero estarán mis hijos, mis nietos y mis bisnietos!

Sorpresa con las colocaciones, el hombre externó: Soy una bestia!

Y fue y hizo el recogimiento de los recipientes donde había crustáceos en descomposición para que, a la noche, la colecta de residuos orgánicos llevase para descarte en condiciones normales en los aterros sanitarios.

No se sorprenda; estos san, posiblemente, los que se presentan delante de una camera de televisión, de un gabinete de un gobernante o de un simple asesor para decir en alto y bueno sonido…

Nadie merece!

YOSEPH YOMSHYSHY
Enviado por YOSEPH YOMSHYSHY em 11/03/2018
Código do texto: T6277131
Classificação de conteúdo: seguro