El juicio

El juicio

De Claudia Perluxo

e Celso Felizola

1er Acto

Personajes: Nova Iguaçu y sus hijos: Austim, Cabuçu, Vila de Cava, Miguel Couto, Tinguá, Comendador Soares, Posse y KM32. Curinga, Juez, Promotor, Defensor, Álien Elite Zada, Hans Want Money, Alista Social Legítimo, Cantor 1, Niño 1, Niño 2, Niño 3, Niño 4, Cul Lam Asaco, Cantor 2, Transeúnte.

Escena 1

Una sala de juicio, viéndose la mesa del Juez sobre la cual se encuentran un martillo, un portafolio, algunas hojas de papel., etc. Adelante están las sillas de la acusada y de las testigos, y más allá, las sillas para la platea. Una puerta permitirá la entrada y salida del recinto. La sala está vacía y por la puerta entra un mendigo leyendo un periódico. Pronto él se arregla en el piso y duerme. Comienza el solo despacio del Himno de Nova Iguaçu. Entra enseguida un policía conduciendo a una mujer sucia, manchada, despeinada y harapienta. Tras él entra el Promotor, el Defensor y el Juez. Todos siéntanse. El mendigo levantase, en la figurar de un Curinga.

Curinga:

Señoras, señores y jóvenes, este es el momento de bucearnos en la fantasía del arte en búsqueda de un poco de realidad. Juzgaremos a esta mujer, acusada de los siguientes crímenes: veamos...

El Curinga sale, para el himno.

Escena 2

Comienza el Juicio. El Juez golpea en la mesa con el martillo tres veces.

Juez

Declaro iniciada la sesión en que procederá el juicio de la señora Nova Iguaçu, de Antigua Maxambomba , nacida en 9 de noviembre de 1916, hija del señor Iguassú Rio y de la señora Villa de Iguaçu La acusada es acusada de desacato a la autoridad y violación de los derechos humanos, cuando en el 29 de febrero de 1994 ofendió moralmente y escupió en la cara al señor Hans Want Money, en el momento en que se desentendieran. El delito ocurrió en la oficina de la víctima Efectuada la lectura del proceso, pregunto se la acusada tiene algo que declarar.

Nova Iguaçu señala con la cabeza negativamente.

Juez

En este caso pasemos al interrogatorio de las testigos... Primera testigo, señorita Álien Elite Zada!

Entra la testigo, joven, bien vestida, aire de superioridad.

Juez

Con la palabra la prometería.

El Promotor se pone de pie y camina hasta la primera testigo.

Promotor

¿La señorita conoce bien la acusada?

Álien

Sí, mui bien.

Promotor

¿Hace cuánto tiempo la conoce?

Álien

Dieciséis años. Fui creada en el patio trasero de Nova Iguaçu.

Promotor

Cuente como es el relacionamiento de Nova Iguaçu con sus familiares.

Álien

Los padres yo no los conozco, pero sé que son viejos y abandonados a más completa destrucción.

Promotor

Y con relación a los hijos de Nova Iguaçu, ¿Usted los conoce?

Álien

Sí, perfectamente. No les gusta la madre.

Defensor

¡Protesto, Meritísimo!

Juez

La testigo debe responder apenas lo que le fue preguntado. Continúe, Señor Promotor.

Promotor

Los hijos de la acusada, ¿Qué les ocurrió?

Álien

De abandonados, no quisieran más saber de ella.

Promotor

¿Puede mencionar algunos de ellos?

Álien

Claro; Belford Roxo, Japeri, Queimados…

El Promotor hace un aire de desprecio

Promotor

Sin más preguntas, Excelencia.

Juez

¡Con la palabra la defensoría!

El defensor se pone de pie y camina hasta la testigo

Defensor

¿La señorita dijo haber sido creada en el patio trasero de Nova Iguaçu?

Álien

Sí, dijo.

Defensor

Cuéntenos como eso sucedió.

Promotor

¡Protesto, Excelencia! No es este el asunto en tela.

Juez

Protesto denegado. Concluya, señor Defensor.

Defensor

Vamos, cuente como sucedió.

Álien

Ella acogió a mi familia, pero ahora estamos bien y no necesitamos más de su ayuda.

Defensor

¿Alguna vez usted o sus familiares demostraron interés en ayudar a Nova Iguaçu a rescatar sus hijos o cuidar de sus padres?

Álien

No.

Defensor.

¿Por qué no?

Álien

Somos gente muy ocupada, no tenemos tiempo a perder.

Defensor

Tiempo a perder... Sin más preguntas. El Defensor siéntase.

Aparece una vez más el Curinga.

Curinga

¿Percibieran finalmente lo qué está sucediendo? ¿Es emocionante, no? Y esta joven testigo, tan bella... y que nombre interesante: Àlien Elite Zada. Me acuerda alguien... ¿Y a ustedes? ¡Ah! ¿Ustedes no conocen alguien así? Bien, dejemos seguir el espectáculo... perdonen el juicio.

Escena 3

Entra el Cantor 1 quien trae una guitarra, es acompañado de cuatro niños vestidos como niños de las calles. En cuanto el personaje canta la música "Niños de las Calles", los cuatro juegan con una pelota y de "pique" por la sala. Todo el elenco alzase y se íntegra al grupo, cantando y bailando. Terminada la música, siéntase el elenco y salen el cantor y los niños.

Juez

La testigo está dispensada.

Escena 4

El Juez golpea la mesa con el martillo para llamar la atención

Juez

¡Que entre la 2a. testigo, el señor Alista Social Legítimo!

Entra un hombre vestido con simplicidad y elegancia: siéntase en la silla indicada por el Juez.

Juez

Con la palabra el Promotor

El Promotor camina hasta el testigo.

Promotor

¿Usted se considera amigo de la acusada?

Alista Sí, lucho para ayudarla.

Promotor

¿En cambio de qué alguien se preocupa con una mujer que no se preocupa con nadie?

Alista

En cambio de muchas cosas que yo sé que a ella le gustaría hacer por todos nosotros; sepa que tengo el mayor respecto por ella y conozco bien su historia.

Promotor

¿Entonces podría usted decir que las acusaciones echadas a la acusada son mentirosas?

Alista

No, pero son discutibles.

Promotor

¿Entonces reconoce ser la acusada sucia?

Defensor

¡Protesto! el testigo está siendo inducida.

Juez

Negado. La testigo debe responder.

Alista

Infelizmente sí.

Promotor (triunfante):

Sin más preguntas, Meritísimo.

El Promotor siéntase. EL Defensor se acerca de la testigo.

Defensor

¿Usted dijo que conoce bien la historia de la acusada?

Alista,

Sí, yo lo dijo.

Defensor

¿Basado en qué, usted dijo que las acusaciones a la acusada son discutibles?

Promotor ¡Protesto, Meritísimo!

Juez

Señor Defensor, ¿adónde desea llegar?

Defensor

Meritísimo, me gustaría establecer las circunstancias que llevaron la acusada a cometer el delito.

Juez

¡El testigo puede contestar!

Alista

La acusada ni siempre tuvo este aspecto, ni tampoco fue tan abandonada.

Defensor

¿Qué otro aspecto tuvo la acusada?

Alista

Nova Iguaçu, cuando joven, era belfa, rica y deseada por todos. Vivía del plantío de naranjas y su suceso era tal que sus naranjas eran exportadas hacia todo el mundo.

Defensor

¿Qué sucedió entonces?

Alista

Fue la tontería, el desespero de la Segunda Guerra Mundial que impidió Nova Iguaçu de continuar exportando sus naranjas. En poco tiempo ella quebró.

Defensor

¿Y sus amigos, no la ayudaron?

Alista

No. Los amigos, los que la explotaban, enriquecieron y sumieron, "escafederam-se".

Defensor

¿Cómo se ha quedado la acusada desde aquella ocasión?

Alista

Ella se quedó sola, pobre y entregue a la suerte de los que venían desde afuera prostituirla y explotar sus hijos en nombre del progreso.

Defensor

¿Usted podría decir que la acusada, desde entonces, adquirió un sentimiento de revuelta?

Alista

Ciertamente que sí.

Defensor

Usted afirmó que a Nova Iguaçu le gustaría darnos muchas cosas en cambio de nuestra amistad… Explique lo que dijo.

Alista

Veo Nova Iguaçu como una grande madre acogedora de todos, pero que está siempre siendo depreciada por sus hijos y explotada por los que la cercan.

Defensor

¿Entonces, en su opinión, Nova Iguaçu tuvo motivos para cometer el delito?

Alista

Sí, los abusos fueron tantos, que Nova Iguaçu fue se quedando abandonada, sucia y fea... y muy triste. Podría decir que la acusada resistió al máximo, pero no es posible soportar tanto descaso y ignorancia de los que solamente la critican.

Defensor (serio)

¡Sin más preguntas Excelencia!

Juez

El testigo está dispensado.

Alista sale y el Juez llama el próximo testigo.

Juez

¡Qué entre el próximo testigo, El señor Cul Lam Asaco!

Un hombre de saco y corbata, con aires de “lame culo” entra en la sala y siéntase. El Promotor camina hasta él.

Promotor

¿Usted conoce bien la víctima?

Asaco

Sí, el Señor Hans, un político brasileño de descendencia americana, empresario, cumplidor de todos sus deberes civiles y morales para con la nación.

Promotor

¿Estaba usted presente cuando la acusada cometió el delito?

Asaco

Sí.

Promotor

Cuente como sucedió.

Asaco

El señor Hans calmamente pidió a Nova Iguaçu que lo ayudase a conseguir con algunos amigos una pequeña cantidad de dinero a ser donada para depósito en su cuenta en Suiza y explicó estar pasando por dificultades financieras.

Promotor

¿Solamente eso? ¿Usted no vio ni oyó algo que pudiera justificar la actitud de la acusada?

Asaco

En absoluto. El señor Hans es incapaz de ofender alguien.

Promotor

Dé su opinión sobre la acusada.

Asaco

Siempre fuimos amigos, pero el Señor Hans no merecía ser destratado. Él es un hombre bueno.

Promotor

Sin más preguntas, Excelencia.

El Promotor siéntase, mientras el Defensor se acerca al testigo.

Defensor

¿Usted oyó exactamente lo que Nova Iguaçu debería hacer para ayudar al señor Hans?

Promotor

¡Protesto, no es esta la cuestión en tela!

Juez

Protesto denegado. Responda, señor Cul.

Asaco

Sí. Simplemente facilitarla presencia de algunos amigos por acá.

Defensor

¿Cómo? ¿Qué sacrificio ella tendría que hacer para ayudarlo?

Asaco

No sé. Solo sé que el Señor Hans es un hombre muy importante para ser destratado por un persona cualquiera.

Defensor

Señor Cul, ¿Cuál es su relación con la victima?

Asaco

Él es mi patrón.

Defensor

Sin más preguntas, Excelencia.

Juez

Después del receso oiremos el pronunciamiento de la Prometería y luego de la Defensa.

Escena 5

Oise el grito del Curinga, que entra na sala vestido de momia.

Curinga

¡Eta! Me voy a confesar una cosa: me estoy quedando confuso… Comienzo a pensar en quien siendo juzgado o quien será el culpado. ¡Eta confusión! ¿Sabe, yo ya conocía el señor Cul Lam (¿o será Lam Cul?). Y también ya había oído hablar en el Señor Alista, Alista Social Legitimo. Solo que no dé mucha atención… Bien, está llegando la hora del “jaguar beber agua”.

Entra el cantor 2 y empieza a cantar.

Cantor 2

El que será, que será…

Todos levantan, cantan y hasta el final de la música. El cantor 2 sale de escena y los demás vuelven a sus lugares.

Escena 6

El Juez golpea la mesa por tres veces para llamar la atención de los presentes.

Juez

¡Con la palabra la Prometería!

Promotor

Señoras y Señores, la acusada en questi6n es comprobadamente promiscua; mujer que fue capaz de traicionar y relegar al abandono sus orígenes. Descendente de ilustre familia que tanto contribuyó para el progreso de nuestro Estado y del País. ¿Quién no conoce la importancia del Señor Iguassu Rio en el desarrollo de nuestro Estado? ¿Quién no ha oído hablar de la ilustre Señora Vila de Iguassu, mujer fértil, otrora productora de café, frijol, caña-de-azúcar y etc.?

El Promotor haz una pausa como se esperase respuestas del plenario. En seguida continúa.

Promotor

Pues bien, a pesar de este importante pasado, ambos están hoy viejos y abandonados, echados al más profundo desprecio, insistiendo en sobrevivir a las ruinas, a la basura y a la polución. Yo les pregunto: la hija, que hace? Absolutamente nada! S6lo piensa en se prostituir... y, vean señoras y señores (apunta para la acusada), qué creatura sucia, falsa, mal olorosa; una mujer cuyos hijos luchan para librarse de ella. va querer una madre relajada, rota, despeinada? Señoras y señores, delante de las evidentes pruebas de que la acusada es una persona despreciable, yo les pregunto: (mira la platea) esta mujer el derecho de ofender y desacatar una persona íntegra, celadora de la moral y de las buenos costumbres? La victima solamente le hizo un pedido en un sencillo momento de dificultad, además, cosa por la cual nosotros todos pasamos. Pongan la mano en la consciencia y no permitan que la acusada continúe a faltar con el respecto ciudadanos limpios y honestos. Condénenla a la penalidad máxima.

El Promotor siéntase.

Juez

¡Con la palabra el Defensor!

El Defensor se pone de pie, anda hasta el centro de la sala y toma la palabra.

Defensor

Señoras y señores, Es muy fácil condenar sin cuestionar motivos y dificultades por las cuales Nova Iguaçu pasó. La acusada, cuando joven, vivía del plantío de naranja hasta que venía la Segunda Guerra Mundial. Nova Iguaçu no tenía más como exportar su naranja y fue a falencia. Ella se quedó sola, y pobre, entregue a la suerte de los que venían de fuera prostituirla y explotar sus hijos en nombre del progreso. (Dirigiéndose a la platea apunta la acusada) ¿Podría esta mujer cuidar de los suyos, si ella propia también estaba abandonada? Si solo sobrevivió para atender al interés de los ilustres celadores de la moral y de las buenas costumbres? Señoras y señores, considero que el delito cometido por la acusada significa simplemente un desesperado desahogo, de revuelta de alguien que no suporta más ser usada, explotada y abandonada. Precisamos darle a esta mujer la chance de ser feliz otra vez. Por lo tanto, pido a las señoras y señores del juicio que reconozcan el verdadero valor que Nova Iguaçu tiene y la absuelvan, para nuestro propio bien.

El Defensor siéntase

Juez

En algunos minutos volveremos para el veredicto final.

Escena 7

Del hundo de la platea surge el Curinga, vistiendo una ropa de triste payazo.

Curinga

No hay más como evitar, tenemos que votar. Las cosas están bien claras… O será que están negras? El hecho es que nosotros vamos a decidir se Nova Iguaçu es culpada o inocente. (Dirigiéndose a la platea) Vamos, digan ¿Culpada o inocente? ¿Culpada o inocente? (insiste hasta que la platea se manifieste).

Escena 8

Nova Iguaçu entra en escena con algunos niños representando sus hijos. Sus trajes estarán relacionados con la decisión de la platea Si esta la consideró culpada ella aparecerá aún más vieja y destruida, con sus hijos miserables tirándole por la ropa. Se la platea la consideró inocente, ella aparecerá linda, limpia y alegre, bien como sus hijos. Durante esta aparición se escucha solamente la voz del Curinga declamando una poesía al sonido de un lejano solo de saxófono. Las cortinas se cierran.

2°. Acto

Escenario: un banco en la plaza. Acostado en el banco está el Curinga, vestido de mendigo. Un transeúnte pasa y grita:

Transeúnte

¡Levántate, otario! ¿Estás soñando con la muerte de la novilla?...

Fin.

Celso Felizola e Cláudia Perluxo
Enviado por Celso Felizola em 30/01/2024
Código do texto: T7988192
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