GREGÓRIO DE MATOS GUERRA EL AMOR CARNAL BARROCO: LA MUJER COMO FLOR, ANGEL Y TENTACIÓN

GREGÓRIO DE MATOS GUERRA

EL AMOR CARNAL BARROCO: LA MUJER COMO FLOR, ANGEL Y TENTACIÓN (por Marta Cosmo)

“La paradoja es la pasión del pensamiento: el pensador sin paradoja es como un amante sin pasión, un sujeto mediocre.” (Newton Aquiles Von Zuben, 1974)

Tomo un autobús en una calle especial y cualquiera en La Paz… Me quedo en la ventana en compañía de mis pensamientos tan profundos y pesados, otras veces rasos y leves, mientras el movimiento me aleja y me aproxima… Una y otra vez el conductor para y alguien baja o alguien sube deseando buenas noches… Me encanta esta costumbre paceña. ¡Ojalá la noche sea buena!, así como brilla la ciudad en la oscuridad…

“El amor no es solamente fantasía, es también canción”, dice una voz femenina en una radio encendida en el automóvil. Y empieza a tocar una canción apasionada…

La música sigue… Sigue el autobús… Siguen mis pensamientos… El amor… Recuerdo mi investigación sobre el amor carnal barroco en el pensamiento de Gregorio de Matos Guerra… El amor… ¿cómo hablar de amor con el corazón destrozado? Sí… en una solo mirada en las noticias presentadas en los diversos medios vemos cuerpos de miles de niños y hombres muertos en luchas armadas, mujeres y niñas violentadas, el hambre, la esclavitud… Son frutos hediondos de innúmeras guerras: entre estados, por territorios, civiles, separatistas, guerras y más guerras… La Guerra Civil en el Sudan del Sur, una disputa entre las etnias Dinka y Nue; la Guerra del Yemen consecuencia de una insurgencia liderada por los Houthi llevando el país a una ruptura entre xiitas y sunitas. En Venezuela, una crisis socioeconómica y política liderada por la derecha local; los palestinos e israelitas, una guerra de innumerables años; en Siria, solo en cinco años más de 400 mil personas fueron muertas. Todo el dolor del mundo parece condensarse ante mis ojos… Lloro… y no habría océanos capaces de contener todas las lágrimas que pudiera llorar hasta expulsar de mí todo el dolor que me hace estremecer delante de tantos hechos tristes. ¿Dónde está el amor? La antigua sabiduría egipcia de los sacerdotes del Ojo de Horus, dice que lo opuesto del amor no es el odio sino el miedo. El amor es la comprensión, la neutralidad, así como Dios.

“Aquí no inventamos el amor, pero creamos esos momentos…”, la mujer en la radio comenta y toca otra melodía de amor…

¿Y si pudiéramos inventar el amor, una bomba atómica del amor y ya no habría el dolor, ni el odio, tampoco el miedo? “Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta”, responde Albert Einstein en alguno punto del tiempo, revelando también que el Amor es una fuerza universal, “que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros”… “Loco, dice: ¿Qué es el amor? - Lo que torna esclavos los que son libres, y da libertad a los servos”, dialogan el Amigo y el Amado en la obra de Lulio. Veo nuevamente en mí celular la escena de la película “Interstellar”, cuando Amelia reflexiona sobre el amor con Joseph:

"- El amor significa algo que no alcanzamos a comprender aún. A lo mejor se trata de una prueba de un artefacto de una dimensión superior que no percibimos conscientemente. Estoy cruzando el universo por alguien a quien no he visto en una década y que probablemente esté muerto. El amor es lo único que somos capaces de percibir que transciende las dimensiones del tiempo y del espacio. A lo mejor deberíamos creer en eso aunque no alcancemos a entenderlo. La remota posibilidad de volver a ver a Wolf me emociona.

- Sinceramente, Amelia… ¿Es verdad?

- Sí. Y eso hace que quiera guiarme por el corazón. Tal vez llevemos demasiado aplicando la teoría. Entonces hazme caso…cuando te digo que el amor no es algo que hayamos inventado. Es observable, poderoso, tiene que significar algo.

- El amor tiene significado. Una utilidad social, una función social…

- Amamos a personas que han muerto. ¿Qué utilidad social tiene eso? A lo mejor significa algo más."

Bajo del autobús… atravieso una calle, subo otra y llego a la Avenida 6 de Agosto… la multitud caminando regresando a casa, mientras otros, solos como yo, buscan llegar a algún lugar… las parejas de manos dadas, contrastan con la mano de alguien que suplica una limosna… una música suena alto saliendo de una cafetería y llega a mis oídos: “No me ames, para estar muriendo, dentro de una guerra llena de arrepentimientos, no me ames, para estar en tierra, quiero alzar el vuelo, con tu gran amor por el azul del cielo”… Cielo y tierra… Vida y muerte… Gozo y dolor… Recuerdo otra canción que hace una pregunta. “¿Cuánto tiempo un corazón lleva para saber que el sinónimo de amar es sufrir?”. En “El libro del amigo y del amado” ya mencionado, el Amado pregunta al amigo si seguía sabiendo lo que es el amor, a lo que responde: “Si no lo supiera, ¿acaso sabría lo que es sufrimiento, tristeza y dolor?”; “Dejar de amar es muerte y el amor es vida”, dice Lulio en la misma obra.

"- No me dejes, no me dejes, no me escuches, si te digo: No me ames.

- No me dejes, no desarmes, mi corazón con ese: No me ames.

- No me ames, te lo ruego, mi amargura déjame…

- Sabes bien, que no puedo, que es inútil, que siempre te amaré…"

Siguen cantando Jennifer López y Marc Anthony en un dueto paradojal de amor…Siguen mis pasos… el viento en mi rostro llevan y traen pensamientos, traen otros tiempos… el tiempo paradojal del barroco… Veo escenas en mi imaginación tejidas por los libros leídos…Veo hombres divididos entre el Teocentrismo y el Antropocentrismo, herencias de las sombras de la Edad Media y las luces del Renacimiento, el miedo de un Dios que castiga y la creencia del Dios que creó el hombre para ser feliz; las ganas de disfrutar este mundo y el deseo de ser puro y alcanzar el paraíso divino; los tribunales de inquisidores y la obscura idea de que a través del sufrimiento extremo y la muerte cruel se alcanzaría la luz de la salvación; en las iglesias, los ornamentos en talla dorada, la unión de lo rustico y lo lujoso, la madera y el oro; el azul y el rojo, espiritualidad y carnalidad; las esculturas de éxtasis o dolor; la búsqueda de la contrarreforma para impresionar a los cristianos y rescatar los fieles; en Brasil regresa Gregorio de Matos de un largo tiempo en Portugal; Padre Antonio Vieira ya muy viejito edita sus sermones para con la venta de sus obras promover la misión de los jesuitas entre los indios Cariri de la Bahia buscando un medio para la libertad de los indígenas; en Italia moría Bernini a los 81 años, y llora Santa Teresa en su “Extasis” y “El Rapto de Proserpina” pierde el sentido; El libro “Leviatán” es el más vendido en Inglaterra, después de la muerte de su autor; Pedro Calderón de la Barca concluía su obra: “La vida es sueño”, acercándose a dormir para siempre; en México, Sor Juana, también escribía sobre “El sueño; Arcangelo Corelli, El nuevo Orfeo, presenta su Sonata a tres, dedicada a la ex-reina Cristina de Suecia… Y mientras camino, necesito cruzar otra calle, los coches se detienen… se deshacen las imágenes de otros tiempos y se realza las escenas del ahora… “Las noches están embarazadas y ninguno sabe el día que nacerá”, dijo Edgar Morin.

Nasce un día iluminado… el perfume de las margaritas, cantutas y de las estrellas alpinas del Prado me traen el perfume de las rosas, gérberos y crisantemos de los jardines de la Bahía barroca… Y surge Gregorio de Matos Guerra con el amor latiendo en sus manos escribiendo un poema para su musa amada:

“À mesma d. Ângela”:

Anjo no nome, Angélica na cara

Isso é ser flor, e Anjo juntamente

Ser Angélica flor, e Anjo florente

Em quem, se não em vós se uniformara?

Quem veria uma flor, que a não cortara

De verde pé, de rama florescente?

E quem um Anjo vira tão luzente

Que por seu Deus, o não idolatrara?

Se como Anjo sois dos meus altares

Fôreis o meu custódio, e minha guarda

Livrara eu de diabólicos azares

Mas vejo, que tão bela, e tão galharda

Posto que os Anjos nunca dão pesares

Sois Anjo, que me tenta, e não me guarda.”

Gregorio de Matos ama. El llamado “Boca del infierno” también tenía “Boca del Cielo”. “¡Ah, el amor, esa zorra!”, “El verdadero amor nace por empatía, por magnetismo, por conjunción estelar” dice Martha Medeiros; “Alguien dice algo y el amor acontece. Alguien dice un absurdo y el amor acontece. Alguien no dice nada y el amor acontece.”, escribió Andriana Falcão. Gregorio de Matos escribía un soneto de endecasílabos perfectos y en rimas abrazadas, como sus brazos lo querían hacer. El amor “es un complexo fenómeno neurobiológico, basado en actividades celebráis, que incluyen principalmente ciertas moléculas, denominadas hormonas” y “la ligación afectiva más sólida el compañerismo, manifestado en las mujeres por la ocitocina y en los hombres por la vasopresina”, analizan las científicas Jennifer Fogaça y Claudia Klein. Pero, ¿quién puede prever el instante en que Cupido acierta el corazón? ¿Quién puede prever el momento en que la chispa ardiente penetra los cuerpos? ¿Y por qué medios? ¿Una palabra? ¿El sonido de una voz? ¿Una mirada donde se condensa todo el amor? ¿Qué puede significar el amor carnal? Creo que es una búsqueda por la unidad de dos seres. Según la esencia de la sabiduría Rosacruz, en el Principio no había la separación de hombre y mujer, habían seres que eran uno: varón y hembra, positivo y negativo al mismo tiempo. Y que así vivían en la felicidad suprema indescriptible. Pero con la caída de aquellos seres fueron divididos y las partes femenina y masculina separadas. Y desde entonces creo que las partes se buscan para regresar a la Patria Original. Y pienso que en el momento en que dos cuerpos y almas se aman, todo el placer y éxtasis que gozan en eso hecho es la prueba, un pequeño recuerdo, de la felicidad suprema de un tiempo en que eran uno. Ah, “el amor es un fuego que arde que no se puede ver”, decía Luis Vaz de Camões. “Y es malo aquel amante popular, que ama el cuerpo más que el alma; pues no es el constante, por amar un objeto que también no es constante”, reflexiona “El Banquete” de Platón. En la biblia el libro de Génesis también muestra la mujer como hecha del cuerpo del hombre; en el evangelio de Marcos en el capítulo 10, versículo de 1-12, Jesús dice que hombre y mujer cuando se unen forma una sola carne, un solo cuerpo. Ayer vi una película intitulada “Amor pleno” del director Terrence Malick, una tentativa de expresar los extremos del amor barroco, y en un dado momento, una de los personajes dice; “El amor nos hace uno… dos… uno.”. Y al final afirma, como una respuesta al que sería el amor pleno: “es el amor que ama”, en los momentos buenos y malos, de comprensión e incomprensión, de gloria y derrota, de alegría y tristezas, de paz y desesperación, el amor descrito en Corintios capítulo 3, versículos 7-8: que “todo sufre, todo cree, todo espera, todo suporta. El amor (que) nunca falla”. Y el poema de Gregorio de Matos Guerra también expresa la paradoja del sentir humano y muestra un amor santo y pecador, divino y mundano, ese amor que es gracia y perdición; la amada que es flor y carne, ángel y mujer. El significado de “flor”, en el diccionario de la Real Academia Española, es “virginidad”; en el conocimiento popular significa una mujer bella, delicada, pero simbólicamente es el órgano sexual femenino, como expresa la música “Usted es real” de Simone: “Cuando veo tu flor, no recuerdo más de los sueños, de los terribles, del metal, de los insensibles, de las batallas por las estrellas ni de los héroes”. Ya en los versos “Si cómo Ángel sois de mis altares/Serías mi custodio y mi guardia/Libre sería yo de diabólicos azares” , la mujer es colocada en un altar y este es el lugar de la iglesia donde se pone lo que es considerado sagrado y digno de veneración, amor y adoración. Así la mujer es un cuerpo sagrado en el pensamiento del referido poeta, un ser cándido con poderes capaces de protegerlo de los azares del mundo. Recuerdo la crónica “¿Mujer o Ángel? ¿Espía de Dios?, del escritor brasilero Luis Fernando Veríssimo, donde muestra las características de la mujer que se asemejan a los ángeles, su intuición, premoniciones, magnetismo, ser generadora y guardiana de la vida, que ama y que por eso se asemeja y está más acerca de Dios. Pero en el poema analizado, otra característica de la mujer impide que pueda ser solamente un ángel: su carnalidad, su forma, por ser “tan bella, y tan gallarda”. Tales características le causan tentación, encienden en el poeta la chispa ardiente del deseo, de la pasión, quizá del amor y así la mujer amada delante de sus ojos es ángel que le tienta y no le guarda, así que se conserva su cualidad de ángel y se anexa la de demonio, visto que son esos seres que tientan a los hombres al pecado. Así, Gregorio de Matos busca traducir en palabras el sentimiento y sensaciones que le causan su amada. Innumerables son los que buscan describir el amor: poetas, filósofos, psicólogos, científicos, músicos… ¿Y qué sentimiento es este tan contrario a sí mismo? ¿Sería el amor o la pasión? ¿Si el amor es la neutralidad, como podría contener en si la contrariedad? ¿Estaría esta contrariedad en todo amor o solamente en el amor carnal? ¿Sería esta paradoja una característica humana o mundana?… Camino tomando la mano de mi amado por una acera de la Avenida Camacho, bajo nuestros pies en letras doradas un poema de Marcelo de Urioste dice: “Hay preguntas que se pierden en la noche inmemorial y tan solo el Illimani las podrá contestar”.

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