Mi oración al niño que fui

No me dejes, niño que fui.

No me dejes solo en el espejo

Con una barba sin afeitar.

Ella es curta, pero mantiene el dolor abominable.

No me dejes, niño que fui.

Porque llevo en mí algo esencial

repartidos en mi gesto

algo del niño que fui

Y eso hace que mi abuelo me reconozca como su nieto

Y mi madre me reconozca como su hijo.

Seguiré caminando por las calles

Saludando a compañeros

Cortejando a las mujeres,

Y nadie se dará cuenta de que detrás de la barba

Se esconde un hombre triste.

Alzar sobre una mesa de un bar a mi iglesia

Y haré de la amistad mi religión.

Y tú muchacho será como la flor

En mi libro, la poesía más ingenua,

Que cree en los hombres y en la vida.

Porque en el fondo sigo siendo ese niño,

Ese niño que tiene miedo de la oscuridad,

Niño que jamás faltó a pedir la bendición,

La larga noche, la hora de dormir.

***

Alex Canuto de Melo
Enviado por Alex Canuto de Melo em 25/08/2009
Reeditado em 02/09/2009
Código do texto: T1773605
Copyright © 2009. Todos os direitos reservados.
Você não pode copiar, exibir, distribuir, executar, criar obras derivadas nem fazer uso comercial desta obra sem a devida permissão do autor.