MIRTES E A ORDEM DO VENTRE
AS TRÊS LENDAS
 
 
Incolores despertam
No Alíem
Distúrbios regrados
há um poder
Que não secreta
A linguagem da Ordem
Fica perturbada
No jardim alheio
A tudo
Que perfeito
Se planta e colhe
Antes da acormecida
Mãe-rainha
O pomar está dissecado
Pela imensidão
Um âncião-hermita
Chega no próximo
Dos cantos permitidos
Da entrada
Do templo
Vestindo um toga
De linho costurado
Na caverna das linheiras
Do vale
Ferve o enxofre
Do barro-carbono
Que dorme nas alturas
Do monte
Pés em calos
Andante vago
Sem solicitude
Nada no vago
Cavalo morto
No caminho
De certo pela fome
Do próprio
Que tem carne sem alma
Olhos vermelhos
Descendo a ladeira
Brilhantes
Ainda pela pele
Vingada
De alado
Ao comum dos seres
Passava feitiço
De lorde
Entre as ninfas dos terrenos
Cuspia veneno
Na relva
Tinha um séquito
De adoradas
Na clausura hipinótica
A caótica aventura
De ser um demônio
Transmutável
Amável
A ter o que comer
Na vontade da mesa
Feita de vime seco
O fantasma adocicado
Fenda de tempo
Que causava
Líderes no vasto
Deserto deixado
Pela Ordem
No caos permitido
P’ra existir
E ter um fim
Após o banquete
Consumido
Ousou deleite fingindo
Ter o cetro
Da anfitriã-deusa
Reconheceu a Única
Entre tantas outras
Mansas dos terrenos
Estranhou o vacilo
No portal aberto
Pela Arteira-ninfa
Foi buscar no perdidos
O que havia perdido
Já desde o inicio
A sabedoria do velho
Hermita da montanha
Que absorve ar puro
Nas entranhas
De qualquer virgem
Sente vertigem
De querer possuí-la
Por ser destituída
De abandono
Ter o trono agudo
Cintilante
Num dos olhos
Foi poupada
Nem a velha
Ordem das Mortas
Soube da mentira
A ira de Lilith
Esperou o erro
Fátidico
De não tê-la chamado
Ao chamado das
Matriarcas do antigo
Foram ao abrigo
Rezar tumbas
No abismo
Pra não ver seu claustro acima
A Troiana-liberta
A frente das madrágoras
E dos lirios dourados
Rosas púrpuras
Rosas escuras
Temperos vividos
Alecrim e zimbro
Colhidos deixados
Na entrada
Onde esperava
Os elos quebrados
E seus pedaços
De vida
Ainda com olhos
Sem cansaço
As tecelâs reais
Entre as raptoras do vale
Armam as tendas
Ao longo do caminho
Das pedras da escada
Que leva a outra
Entrada
Que não sobe ao templo
Antes é um tempo
Que destina
Onde  nada fascina
Aguardam a terceira lua
Da primavera
Em frente a uma luz
De túnel
Lúmina de caverna
Infâmes heróicos
Bravios
“O rio é uma lágrima
Corrente
O sábio sabe que
Suas mãos apenas
São lavadas
Mas nada fica
Presente”.



MIRTES Y LA ORDEN DEL VIENTRE
tres leyendas
 
 
despertar incoloro
en el combinado
trastornos regrados
hay poder
no es un secreto que
la orden de la lengua
manifiesta su preocupación
en otros jardín
a todos
¡qué perfecta
si las plantas y cosechas
antes acormecida
reina madre
el huerto se diseca
por la inmensidad
un ermitaño anciano
viene próximo
las esquinas permitidos
la entrada
templo
el uso de una toga
ropa de cosido
en la cueva de linheiras
valle
azufre hirviendo
el carbono arcilla
dormir de alta
colina
pies en el callo
andante vaga
sin preocupación
nada en la vaga
caballo muerto
en el camino
en una hambruna
propio
eso tiene desalmado carne
los ojos rojos
cuesta abajo
brillante
aunque la piel
avenged
con alas
cuando los seres ordinarios
pasó hechizo
señor de
entre las ninfas de la tierra
escupir veneno
la hierba
tenía un séquito
en adorado
en hipinótica cierre
la aventura caótica
de ser un demonio
-shifting
clase
el tener alimento para comer
en tabla
hecho de mimbre seco
el fantasma dulce
tiempo slot
causar
los líderes de la gran
desierto izquierda
por orden
en el caos permitido
existe p'ra
y llegado a su fin
después del banquete
consumido
atrevido pretender tratar
tener el cetro
el anfitrión diosa
reconoció la individual
entre otra
dominar la tierra
la extraña vacilación
en el portal abierto
para el travieso ninfa
fue a perderse en
lo que se perdió
desde el principio
la antigua sabiduría
ermitaño de la montaña
la absorción de aire fresco
en las entrañas
de cualquier virgen
siente el vértigo
de querer poseerlo
siendo desprovisto
abandono
tener trono aguda
espumoso
a los ojos
se salvó
ni viejo
orden de los muertos
sabía de la mentira
la ira de lilith
esperó el error
fatídico
de no tenerlo llama
la llamada de
las viejas matriarcas
estaban bajo
orar tumbas
en el abismo
no ver su claustro anterior
los troyanos de prensa
el frente de madrágoras
y los lirios de oro
rosas púrpuras
rosas oscuros
condimentos vivían
romero y enebro
elegí izquierda
en la entrada
cuando se esperaba
los enlaces rotos
y sus piezas
vida
incluso con los ojos
no se fatiga
tejedores bienes
entre los raptoras valle
instalaron tiendas
en el camino
la escalera de piedras
esto nos lleva a otro
entrada
eso no se levanta al templo
antes de una hora
esa intención
donde nada fascina
en espera de la tercera luna
primavera
en frente de una luz
túnel
cueva raedura
infamous heroica
salvaje
"el río es un desgarro
corriente
el sabio sabe que
sólo sus manos
se lavan
pero nada es
este ".