JOYAS Y TOCADOS
Los blancos rostros más que flores bellos
Eran de crudo puños ofendidos,
Y manojos dorados de cabellos
Andaban por los suelos esparcidos;
Venieron pechos de nieve y tersos coellos
De sangre y vivas lágrimas teñidos,
Y rotos por mil partes y arrojados
Ricos vestidos, joyas y tocados.