“SABES QUE EU TE AMEI”?! (para R) - TAMBIÉN EN ESPAÑOL ("¿Sabes que yo te amaba"?)

Era para ter sido um encontro como tantos outros

Daqueles entre duas pessoas que não se vêem há tempos

No nosso caso, há anos, doze para ser mais exato

Daqueles onde a curiosidade fica em torno dos dois corpos, para com os quais o tempo certamente não reservou qualquer dose de complacencia, dos relacionamentos, das famílias,dos filhos, profissão e, porque não, do sexo.

Como estará ele mais de uma década depois?

Nós, os de antes, ainda seremos os mesmos?

Ou quem sabe a magia de experiência nos transformou em amantes mais pacientes e, só por isso, melhores?

As perguntas são tantas!

As horas, tão escassas!

Chega o grande momento:

A olho, o sorriso é o mesmo, assim como os grandes olhos brilhantes.

A face, mais arredondada, revela uma mulher madura, ainda bonita, talvez mais bonita do que na juventude.

A tomo pela cintura e a beijo na face.

Depois, um abraço apertado e um beijo na boca, acompanhado de uma carícia nos cabelos bem cuidados.

Quanto tempo!

Quantas coisas, quantos caminhos e descaminhos!

Quanto a ela, uma viuvez, mais um filho, ainda pequeno.

Quanto a mim, dois casamentos, mais dois filhos pequenos.

Estamos ali, frente a frente, procurando um banco onde sentar e, sem culpas, esmiuçar o passado.

Ato contínuo e consequencia natural, as carícias e a cama.

Como antigamente estávamos lá de novo, abraçados, enroscados, gemendo, um no outro.

Num dos intervalos dessas delícias todas, a sublime revelação

Com a simplicidade de um sorriso doce e com a meninice de um brilho no olhar:

- “SABES QUE EU TE AMEI”!?

Aquelas simples palavras, aquela simples frase, naquele contexto todo foram das mais comoventes da minha vida.

Minutos mais tarde, ela tirou da carteira um velho recorte de jornal, já amarelecido, com a minha fotografia.

No tempo que me ainda resta viver,já bem menor que já vivi,minha memória há de lembrar todos os dias, com carinho e respeito de uma mulher à qual eu não soube, quando era o momento, dar o devido valor.

Mas a vida a compensou e recompensou.

É feliz e realizada, enquanto eu, de braço em abraço, ainda procuro o meu caminho.

"¿Sabes que yo te amaba"?

Se tenía que haber sido una reunión como muchas otras

Aquellos entre dos personas que no se veía desde hace algún tiempo

En nuestro caso, durante años, doce para ser exactos

Aquellos en que la curiosidad es de alrededor de dos cuerpos, hacia el cual no es el tiempo ciertamente reservados cualquier dosis de complacencia, las relaciones, familias, niños, profesión, y por qué no el sexo.

¿Cómo se encuentra más de una década más tarde?

Nosotros, como antes, siguen siendo los mismos?

O tal vez la magia de la experiencia nos ha hecho más paciente y amorosa, por esa sola razón, la mejor?

Las preguntas son tantos!

Las horas, por lo que los escasos!

Viene el gran momento:

El ojo, la sonrisa es la misma, así como los ojos brillantes grandes.

La cara, más redondeado, revela una mujer madura, todavía hermosa, tal vez más bello que en la juventud.

El volumen de alrededor de la cintura y un beso en la mejilla.

Después de un abrazo y un beso en la boca, acompañado de una caricia el pelo bien cuidado.

¿Por cuánto tiempo!

¿Cuánto, ¿De cuántas maneras y no!

En cuanto a ella, una viuda, otro niño, aún pequeño.

En cuanto a mí, dos matrimonios, dos niños pequeños.

Estamos aquí frente a frente, en busca de un banco donde sentarse, y sin culpa, para escudriñar el pasado.

Inmediatamente después, como consecuencia y natural, las caricias y la cama.

Como estábamos allí, una vez más, se abrazaron, se retorció, gimiendo en la otra.

En todos los rangos de estas delicias, la revelación sublime

Con la sencillez de una sonrisa dulce y la adolescencia de un brillo en sus ojos:

- "¿Sabes que yo te amaba"?

Esas palabras simples, esa simple frase, en ese contexto fueron las más notables de toda mi vida.

Minutos más tarde, tomó la cartera un recorte de periódico viejo, amarillento ya, con mi fotografía.

En el momento que me queda para vivir, ya que he vivido mucho más pequeño, mi memoria recuerda todos los días, con amor y respeto para una mujer a quien yo no conocía, cuando llegó el momento de valorar.

Pero la vida para compensar y recompensado.

Es feliz y satisfecho, mientras que el brazo fuerte abrazo, todavía miran a mi manera.

Mark Rebew
Enviado por Mark Rebew em 29/01/2012
Reeditado em 28/06/2012
Código do texto: T3467828
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