Recordando a mi madre

¡Hola, madre!

Estaba soñando y he despertado

con tu caricia y tu sonrisa.

Estaba pensando, en mi sueño,

cuanto te extraño en esta lejanía

y que raro... tu mano rozó mi frente

y he despertado...

Y como aquella lectura de mi infancia

han vuelto los recuerdos

que calman mis iras y mis ansias:

Obrerito que promete ser lo mejor para ti,

el dueño de tus esperanzas.

Y he vuelto a tus consejos.. y a tu falda.

¡Oh, madre mía! siempre me haces falta.

Recuerdo tus manos abrochando mi camisa...

tu cabeza en el trabajo diario...

tus manos abrochando mi camisa...

planchándola con tu palma.

Qué delicia.

Cuánto orgullo tú sentías

por cada logro mío y cosa que hacía..

tu amor era mi recompensa siempre,

siempre madre mía.

Cuantas madres, madre querida,

darán su corazón y consejos cada día,

como lo has hecho tú y no me quejo,

de algunas reprimendas merecidas,

no me quejo.

¡Oh, madre mía!

Sólo para amarte más,

es este día.