Indigenismo: Un analise comparativo entre Icaza y Alegría

Indigenismo: Un analise comparativo entre Icaza y Alegría

Arali Moura Santos

Cristiane da Piedade

Simone Alves Araújo

Verônica Oliveira Santos

Resumen: Este ensayo tiene como objetivo exponer las principales ideas de los dos autores indigenistas del siglo XVI Ciro Alegría y Jorge Icaza, haciendo relaciones y confrontaciones entre ellos, apuntando la explotación sufrida por los indígenas y su capacidad de reflexionar sobre su realidad.

Palabras llaves: Indígenas, explotación, Icaza y Alegría

Resumo: Este ensaio tem como objetivo expor as principais idéias dos autores indigenistas do século XVI, Ciro Alegría e Jorge Icaza, fazendo relações e confrontando entre eles, apontando a exploração sofrida pelos indígenas e sua capacidade de refletir sobre sua realidade.

Palavras chaves: Indígenas, exploração, Icaza e Alegría

Desde la conquista de América por los españoles a mediados del siglo XVI. Muchos autores levantaron sus voces de protesta en favor de los indígenas como Frei Antonio de Montesinos e, principalmente, el dominicano Bartolomé de las Casas. Esos autores fueron los precursores de una tendencia literaria nombrada de indigenismo cuyo tema es el indio, mirado sobre una perspectiva diferente en la cual las obras escritas especializanse en explicitar la realidad de oprobios del indígena y a su extrema marginalización en las sociedades hispano-americanas.

Como precursores de esa tendencia surgieron los autores Ciro Alegría y Jorge Icaza de los cuales hablaremos en ese artículo que tiene como objetivo exponer las diferencias y similitudes entre sus obras de carácter denunciador de la violencia que los indígenas vivían delante de la maldad consumada por los españoles en las encomiendas, estancias y haciendas, sitios donde funcionaba un sistema de mecanismo de explotación de mano de obra indígena, sin alterar la distribución geográfica de los nativos ni su sistema jerárquica donde existía varios tipos de explotaciones agrarias además de la relación que la encomienda tenía con la minería, pues los indios prestaban trabajo forzado o mita – sistema en el cual los indios varones adultos estaban obligados a realizar trabajos forzados en las minas durante varios meses al año.

Utilizaremos la obra Huasipungo de Jorge Icaza y la novela El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría para dar proseguimiento a nuestro análisis.

Un punto muy importante es la caracterización del paisaje situada en el tiempo y en el espacio de la colonización hispano-americano retratada en las novelas de Ciro Alegría como un personaje más humanizado, mientras tanto en la obra de Jorge Icaza representa el sistema de haciendas y huasipungo de aquella época.

A pesar de la propuesta de estos autores ser narrar con el máximo de fidelidad posible una determinada situación socio-económica, diferencianse por el espacio caracterizado en sus obras. El autor Ciro Alegría de nacionalidad peruana y que además de novelista tiene una ideología política a la cual presenta en su novela de protesta social en que podemos notar que se pone como un personaje autobiográfico, haciéndonos acordar del dominicano Bartolomé de las Casas por su posición de autor y testigo de los acontecimientos. Ya el autor ecuatoriano Jorge Icaza hace su protesta con el objetivo de sacudir el lector con imágenes directas, rompiéndoles a su apatía a gol peles hasta conmoverlos en desesperación, su denuncia tornase vez por otra excesiva como en la obra el matadero del autor Esteban Echeverría que en su título ya nos lleva a maginar su contenido de protesta.

Para Alegría el ámbito interno de los personajes tenía gran importancia, pues ellos evidencian como los indios miraban los problemas, injusticias y amarguras que ocurrían con ellos por los pueblos conquistadores.

Para Icaza la geografía del continente se hace un importante elemento en su obra, ya que el comienzo de la explotación empieza con los trabajos forzados en las minerías, donde los indígenas eran esclavizados. Para Alegría ese ambiente representa casi un personaje delante de su fuerza anímica, que élega a ser una mujer, la madre tierra, para los indios.

Icaza nombra el trozo de tierra donado a los indios de huasipungo como una crítica a la esclavitud impuesta a los indios por los tierra tenientes que cedían tierras a ellos en cambio de sus trabajos, pues el modelo socio-económico de las haciendas tenía que perdurar en la época.

Alegría como máximo representante del indigenismo la teracio escribe su obra El mundo es ancho y ajeno retratando la realidad de oprobio en que vivía el indio con un cierto cromatismo, ya que interligas los colores expresos a los elementos constructivos hispanos y indígenas, por eso la gran diversidad cromática de la obra. Él también mostra el hombre tierra, como el elemento más importante, ya que el ambiente va a ser determinante en el desarrollo del esclavismo hispano.

Al mismo tiempo que Ciro Alegría denuncia las opresiones contra los indios y manifiesta continuamente la raíz española, porque va en el futuro de la nación con una cierta visión utópica, la unión de la cultura india con la hispana.

El autor termina su obra haciendo su protesta social contra el hacendado, símbolo de la injusticia social, trayendo un mensaje sociopolítico, donde expresa los sentimientos más íntimos de sus personajes a través de un lenguaje literaria, con cierta emoción lírica.

En el siglo XIX, los indígenas eran tomados mientras personajes de obras literarias delante de una perspectiva exótica e idealizada, no como seres de carne y hueso. Ya en el siglo XX, los indígenas pasan a ser vistos delante de una perspectiva diferente, o sea, van a explicitar la miseria del indio.

La esclavización tiene inicio cuando los indígenas son obligados a trabajar en las tierras de los señores feudales, además de los servicios domésticos en la casa del hacendero, con todo, la esclavización se hace nítida en el deudamento de los indígenas en relación al patrón. En la obra Huasipungo, los indígenas eran simbolizados por los hombres-masa, o sea, símbolo de trabajo, con eso, ellos eran llevados a marginalización, siendo transformados en monedas de cambio, bienes inherentes a tierra, equivalentes a los animales, árboles y plantaciones, por lo tanto, negociables y rentables, siendo así usados para arrancarles dinero y servicios, todo a través de la fe y del temor que los indígenas tenían.

Con todo, los indígenas surgían en la condición de desaparcados, además de colocados en lo mismo nivel de los animales, así animalizados al extremo, llegando a ser comparados a bestias, destacando de esa forma la imagen de raza inferior, que no consigue razonar o articular cualquier asunto. Allá de tener una mente volteada para las necesidades inmediatas como dice Icaza (1979, pg.19)

En la mente de los indios- los que cuidaban los caballos, los que cargaban el equipaje, los que iban agobiados por el peso de los patrones- en cambio, sólo se hilvanaban y deshilvanaban ansias de necesidades inmediatas: que no se acabe el maíz tostado o la mashca del cucayo.

Con eso queda claro que los indígenas no se importaban con dinero y si con sus necesidades inmediatas como miramos.

En la obra El mundo es ancho y ajeno, los indígenas son descritos en la condición de telúrico y el histórico-social, o sea, el indígena debe adaptarse a la naturaleza. En la obra es claro el retorcimiento patético y la mudez profunda del indígena, el autor aún coloca el gran triunfo del indio sobre la naturaleza que sigue esclavizado al hacendado actual, que Alegría describe de la siguiente forma en su referido libro: “Don Álvaro Amenábar y Roldán, señor de Usnay, dueño de vidas y haciendas en veinte leguas a la redonda”.

O sea, queda evidente la cuestión del hacendado. Ciro pone aún la figura del indígena de forma sencilla y amarga, con todo, poética. El autor nos presenta el indígena como hombre-tierra, o sea, el indio ligado a la naturaleza, tierra, fuertemente unidos, inseparables. Nos describe aún las enfermedades y epidemias sufridas por los indígenas, además de su pobreza, dolores y opresión.

Por lo tanto, podemos llegar a conclusión que los dos autores poseen muchas semejanzas y diferencias en relación al mundo indígena, pero en una cosa los dos concuerdan denunciar la explotación sufrida por los indígenas.

Referencias

ALEGRÍA, Fernando. 1967. La novela hispano-americana: siglo XX. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.

ICAZA, Jorge. 1979. Huasipungo. 12ª ed. Buenos Aires: Editorial Losada.

ECHEVERRÍA, Esteban. El matadero – La cautiva. Edición de Leonor Flaming. 6ª ed. Madrid. Cátedra, 1999.

Terra roxa e outras terras – Revista de Estudos Literários. Volume 9, 20

Verah Oliveira
Enviado por Verah Oliveira em 14/07/2010
Código do texto: T2376772