TITI

Entre pañales, gorros de lana,
y ropitas planchaditas,
Titi, allí estaba.

Entre empanadas, pan con queso,
bolachas y caucas,
Titi, allí estaba.

Entre budines de pan, gelatinas de pata,
labios de monja  cuñapeces,
Titi, allí estaba.

Entre sopas de trigo, majau,
choclos cozidos y masaco,
Titi, allí estaba.

Entre tinajas repletas de chicha, api,
limonadas y mocochinchi,
Titi, allí estaba.

Entre Ministros, Diputados
y Presidentes de la República,
Titi, allí estaba.

Fuerte, vivaz y
de considerable belleza,
la figura de Titi,
en los más diversos contextos,
transitaba con esmerada desenvoltura.

Ninaba,
también corregía;
cocinaba,
también cantarolaba.

Ordenaba,
también concedía;
trabajaba,
también lucía.

Esta era Titi.
Figura imponente que,
por veces, despecho despertaba
en almas huecas.

Esta era Titi,
fuerte e incansable compañera
de la vida de don Antonio.

(Poema publicado no livro do autor " Recuerdos y Devaneos" - Cuiabá, 1999; p.39-41. Foto, ao alto, de Ruth dos Santos)