Encarcelado entre el llamado tiempo

Y en la lejanía una muralla rota

El tiempo es el factor más justo que encuentro en esta vida.

A través de él puedo apreciar las señales que va dejando prácticamente en todo.

Observo a lo lejos una muralla rota, quebrada por el paso del tiempo.

La observo justo cuando de unas rocas que tengo a mi lado asoma la cabeza de un gato negro, quizás quiera decirme algo.

Sigo observando y el tiempo marca su reflejo en las personas que están a mi alrededor, algunas maltrechas otras tristes y cada vez menos veo la alegría que deberíamos tener.

El injusto tiempo hace mella en todo, si pudiera controlarlo podríamos recapacitar de nuestros errores y corregir todo el posible daño que el ser humano hace con el paso del mismo.

Nuestras vidas se enfrenta a el día a día, queremos que el tiempo pase pero sin que nos pase por encima, queremos ser estéticamente perfectos aunque tengamos el alma llena de arrugas.

Arrugas que ningún cirujano podrá reparar.

Estamos encarcelados en el tiempo y el tiempo no es oro, los buenos aptos que hacemos con el si lo es.

Tiempo que pasas no pases por mi tiempo sin ofrecerme tiempo para amar todo lo que amo y poder darle todo mi tiempo , mucho o poco pero todo.

Seguimos atrapados entre las garras del tiempo.