Hambre de Todo

¡Yo no creo! Percibir es una carga que entorpece.

El niño, con sus ojos tiernos,

viene a la puerta y abre a la muerte una sonrisa.

Como quien despunta para el abismo, se entorpece

y se deshace. Es el adiós de un ciego o la caridad antes percibida

(ahora amargada) que demanda, lenta y blanda, un nuevo alcance, un solo amparo.

Guilherme Furtado
Enviado por Guilherme Furtado em 04/01/2018
Reeditado em 04/01/2018
Código do texto: T6216274
Classificação de conteúdo: seguro
Copyright © 2018. Todos os direitos reservados.
Você não pode copiar, exibir, distribuir, executar, criar obras derivadas nem fazer uso comercial desta obra sem a devida permissão do autor.